Matia organiza un taller para definir las necesidades de un proyecto de viviendas para toda la vida

Este martes las viviendas tuteladas de Ategorrieta acogían la celebración de un taller organizado por Matia Fundazioa y en el que miembros del grupo motor de la iniciativa Donostia Lagunkoia han participado en un proceso de indagación común sobre las posibles necesidades de los futuros usuarios de Lugaritz.

Tras la bienvenida a cargo de Eva Salaberria, responsable del programa Donostia Lagunkoia, dió comienzo el encuentro con Mayte Sancho, Directora de Planificación de Matia Fundazioa, presentando el contexto en el que surgen estas viviendas y a quién van dirigidas. A continuación, Heitor Lantarón, responsable de Diseño Arquitectónico e investigador de Matia Instituto, ha explicado los aspectos más destacados de este nuevo proyecto arquitectónico, su ubicación, el programa, las viviendas,…

Ofrecida toda esta información se ha dividido a los asistentes en cuatro grupos que han trabajado sobre: El tipo de servicios de atención y cuidados; El uso y las actividades que se pueden realizar en las zonas comunes; Opiniones acerca de las viviendas. Cada grupo ha trabajado un perfil específico y se ha estructurado de la siguiente manera:

1. Reflexión sobre las necesidades de los perfiles en cuanto a servicios, zonas comunes y vivienda.
2. Ideación con filtrado. Transformar las reflexiones en ideas de servicios tanto en zonas comunes como en viviendas.
3. Prototipado, ha consistido en dar forma a las ideas con material.

Finalmente, un representante de cada grupo ha expuesto el trabajo realizado y lo ha puesto en común con todo el grupo. Sara Marsillas, investigadora de Matia Instituto, facilitó la dinámica de indagación, ideación y prototipado a lo largo del taller.

En definitiva, una jornada de trabajo en la que hemos hablado sobre relaciones de buena vecindad, integración, interacción, interdependencia, identidad,... todos ellos conceptos clave para la puesta en marcha de un proyecto de vivienda como Lugaritz y sus espacios comunes. Desde aquí nuestro agradecimiento a Donostia Lagunkoia por su colaboración y a la comunidad de Ategorrieta 22, por acogernos en su casa y espacio.